Don José Mª Muñoz y la Riada de Santa Teresa

17 abr 2015

¿Habéis llegado alguna vez hasta el final de Malecón? ¿Os habéis fijado en la estatua que hay allí? ¿Alguna vez os habéis preguntado quién es ese señor tan bien plantado con su barba y su levita?

La estatua al final del Malecón homenajea a Don José Mª Muñoz y Bajo de Mengíbar, un empresario cacereño afincado en Alicante muy conocido por sus obras benéficas. La ciudad de Murcia le recuerda y le agradece con esta estatua su ayuda económica a las familias afectadas por la terrible Riada de Santa Teresa de 1879.


Después de muchos meses sin llover la tan ansiada lluvia llegaba a la Región en octubre de 1879. Pero lo que en un primer momento supuso una alegría terminó convirtiéndose en una tragedia.

Sobre las 9 de la noche del 14 de octubre el caudal del Reguerón inundó Beniaján por su margen derecho, mientras que por su lado izquierdo destruía la Raya, Puebla de Soto y Aljucer, Rincón de Seca, Nonduermas y Era Alta. Finalmente a las 2 de la madrugada el agua inundó el Barrio del Carmen, irrumpiendo por la calle Cartagena y por la Alameda de Colón.

Las campanas de la Catedral, acompañadas por las de todas las Iglesias y Conventos de la ciudad, repiqueteaban avisando de la tragedia. La ciudad se quedó a oscuras porque la fábrica de gas estaba inundada. El río llegó a subir hasta 10 metros y medio sobre el nivel de la calle en el Palacio Almudí, con un caudal de unos 1.890 metros cúbicos por segundo.

El resultado fue 761 personas fallecidas en Murcia, 13 en Lorca, 2 en Librilla y 1 en Cieza. Más de 7.000 familias murcianas sumidas en la miseria. Casi 6.000 viviendas completamente destruidas en Murcia y Lorca. Nonduermas desapareció por completo y fallecieron más de 22.000 animales.

Archivo General de la Región de Murcia

Muchas fueron las personas que intentaron poner su granito de arena en la reconstrucción de la ciudad y sus pedanías. Entre ellos el rey Alfonso XII, que visitó el 20 de octubre Murcia y Orihuela. Gracias a su visita toda la nación se hizo eco de la desgracia, importantes periódicos de la época como El Imparcial iniciaron campañas entre sus suscriptores para pedir ayudas.

La reina Isabel II desde su destierro parisino consiguió entre loterías extraordinarias, bailes principescos y la edición de un periódico titulado Paris-Murcie recaudar la cantidad de 43 millones de pesetas.


Y por supuesto Don José Mª Muñoz que donó importantísimas cantidades de dinero a todas las provincias afectadas. A Murcia cien mil duros, otros cien mil a Cuevas de Almanzora (Almería) y más de dos millones de reales a la ciudad de Orihuela, donde vivió desde los 63 años.


En agradecimiento a estas donaciones se colocaron por suscripción popular estatuas en su honor en cuatro ciudades: Murcia, Alicante, Orihuela y Cuevas de Almanzora. Aunque no está muy claro si fue el propio Muñoz quien costeó sus propias estatuas con la condición de que no se exhibieran hasta que él falleciera.

La estatua de bronce, no muy apreciada estéticamente por los murcianos, se colocó en la plaza Camachos en 1889. Treinta años después se remodeló la plaza y la retiraron. No es hasta 1933 cuando es trasladada hasta su ubicación actual, el final del Malecón.

Archivo General de la Región de Murcia

Algún grupo político ha sugerido que sea trasladada a una nueva ubicación donde tenga más relevancia para visitantes y ciudadanos de Murcia. Quien sabe cuál será su futuro emplazamiento, de momento sigue en el Malecón vigilando el río.


Como siempre muchas gracias por estar ahí, buen fin de semana a todos y nos vemos por Murcia.



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